El vaso lleno, el mismo e interminable sabor, la adicción que la vida necesita abandonar ... cada sorbo alimenta la irresolución, la mirada que baja, la línea de la discordia que pareciera seguir donde mismo. Sin prisa, la sanación, el camino que avanza, los pasos que se estancan, el humano, el bulto, la mirada triste, el abrazo, la compasión, la frase cliché, el consuelo de los pocos que miran a través de la piel, la búsqueda del hombre, el deseo de desterrar las interrogantes, la melodía del recuerdo, el latido irregular, el temblor, el quiebre del alma, el quiebre de la voz.
¿Quién creó a quien? El humano a Dios, o Dios al humano ... la máquina del pensamiento que no se detiene sino hasta llegar al dogma, una vez ahí el hombre se convence, pierde la capacidad de ver más allá, se conforma, se establece, y construye los cimientos de la creencia.
¿Verdad o Mentira? ... La base de la verdad, la evidencia ... me detengo, la busco, no la encuentro ... puede estar ahí, sin duda, pero puede no estar, y consigo la mentira que se instala.
¿Qué tan difícil es creer en el amor? Pffff ... nada más fácil, la máquina del pensamiento que se detiene, una vez ahí el hombre se convence, pierde la capacidad de ver más allá, se conforma, se establece, construye los cimientos de la creencia, y entra en un estado de imbecilidad desmesurada.
La película completa viajó por mi mente una y otra vez durante cada acto que conformó mi día ... despojado del protagónico y relegado a espectador ... ¿Que distinto no?
La cordura y el amor, mala mezcla ... entonces ... ¿Verdad o mentira?
Protagonista: Verdad
Espectador: El hombre despojado de si mismo, LA AUTODESTRUCCIÓN.
La máquina del pensamiento hoy retoma su función ... Aquella noche la fuiste a buscar al sillón, la arropaste, secaste sus lagrimas y la amarraste entre tus brazos ... ¿lo recuerdas? Ahora dime ... Esa discusión se inició por una razón, llegó el descontrol habitual, y finalmente ... ¿Cuál fue el resultado? ¿Ganó el amor? No ... una vez más ganó el egoísmo, ganó su bienestar y continuó tu enfermedad. Cada gesto de amor, de paciencia, de comprensión, amontonado en el suelo, pisoteado ... la medalla que no llegó ni siquiera el día del adiós, y como siempre fue más fácil desviarse del camino, dejando la mochila en el basurero y de paso el "supuesto amor".
Ese es el sentimiento en el que creí durante años ...
... La película sigue repitiéndose, y con cada vuelta una nueva evidencia, un escalofrío que recorre todo mi cuerpo, la verdad que se desvanece, la tormenta y el desconsuelo del que no pudo darse cuenta antes.
Ya amanece, y una vez más mi sueño estará acompañado del sonido de alguna tontera que dejaré corriendo en el computador.
La verdad: El hombre despojado de si mismo, LA AUTODESTRUCCIÓN.
La mentira: El amor.
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