COMPLICES - 4

Caes suave ... frío de invierno
Luces llantos que adornan tus penas
Cantas de noche queriendo distinguir
pasos, silencios y nada que decir ...

Dejas puertas a medio abrir
Rostros, pieles, abrazos y algo mas
Traes contigo la nueva ingenuidad
que nos obliga a sentir ...

Despacio mi cabeza a un costado
Inciertos los pasos que di ...

Sabes que no tardo en llegar
Sabes cuanto tuve que esperar
Sabes cosas de mi que nadie más
¿Que no sabría de ti? 
¿Que no sabrías de mi?

Esta es la última canción que he escrito, la que más me ha gustado de todas las que he escrito en la vida, la más cargada de emociones reales, y la más parecida a mis ojos. Me hizo pensar que de alguna u otra manera el destino existe, y que no debemos ignorar las señales, por muy diminutas que sean.

Respecto a la imagen, no recuerdo donde la encontré, pero no dudé un segundo en hacerla mía. Lo mas lógico sería ahondar un poco en ella, pero a modo de agradecimiento la dejaré así, tal cual, expresando lo que quiera.

Otro día agotador, un nuevo despertar acompañado de los interminables "¿Como estas?" ... Normal, exclamaba ... la palabra que mejor he ocupado últimamente. Me arrepiento de no haber contestado los dos llamados de mi madre, pero no quería que mi voz se escuchara al otro lado del muro, donde los enamorados celebraban su fecha especial.

Carente de la mas mínima intención conocí gente ... por algunos minutos me olvidé de los fantasmas que perturban mi sueño, y sonreí, no la risa falsa que he tenido dibujada en el rostro estos días, sino una risa real. Me hice cargo de varios trámites que había estado esquivando, y finalmente construí una cortina de papel, que después de la canción es lo mejor que he hecho últimamente.

El ego debe ser uno de los enemigos que mas me ha hecho daño ...
... y ¿Como no? ... Espero me quede la enseñanza de que la única piel que realmente me pertenece es esta, la mía, la misma que impacta cada una de estas teclas antes de dormir.