viernes, 5 de diciembre de 2014

DIECIOCHO

No es fácil tener todo en orden ... la vida avanza tan rápido y la expectativa pareciera solo acelerar el proceso. El tiempo se esfuma entre anhelos, relaciones, responsabilidades, y todas esas cosas que finalmente componen nuestra vida. Son contadas las veces que detenemos el tren, observamos lo que hay a nuestro alrededor y dentro de nosotros mismos ... que sobra, que falta, que luce mejor arriba o abajo, o mirando hacia la pared. Yo por ejemplo tengo una foto de pequeño donde salgo con mi Abuelo y nunca la había disfrutado tanto como cuando la puse bien arriba en mi repisa, un tanto girada a la izquierda. Bueno, también hay cosas que saco, otras se caen y quedan buenas, otras se caen y se estropean, y otras se las llevan sin preguntar. Lo cierto es que cada uno es responsable de su propio desorden, quizá no en su totalidad, pero si en gran medida.

¿Alguien será capaz de percibir cuando una persona camina por la calle con el alma partida en dos? ... lo dudo.

Espero que el camino que estoy forjando día a día me lleve a unir esas dos partes y no a transformarlas en cuatro ...

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